Lactancia materna en la Antigüedad




Descubro con placer y entusiasmo un nuevo blog de papirología, escrito y mantenido por Jennifer Cromwell, de la universidad de Copenhague. Se titula Papyrus Stories y promete traernos antiguas vidas del pasado según se dejan atisbar en los papiros. Hay apartados reservados para las distintas lenguas y, como por algún sitio hay que empezar, se ha empezado por los documentos coptos.

La tercera entrada de esta nueva bitácora trata sobre la lactancia en el antiguo Egipto, en concreto sobre la lactancia mercenaria de las nodrizas. Tardaré un poco en leer los artículos que menciona, pues no están en Open Access y ahora mismo no tengo acceso a una biblioteca especializada. En cualquier caso, no es de la figura de la nodriza de lo que quiero hablar.

Isis lactans

El texto, ilustrado, entre otras, con imágenes de esta estatuilla conservada en el MET que traigo a la portada, me ha hecho recordar un bajorrelieve del templo de la isla de File, en la que Isis se representa amamantando a un Horus ya crecido, en absoluto bebé. La figura de Isis ha llegado hasta nosotros vandalizada por los cristianos.

bajorrelieve en que se ve a Isis, con la cabeza borrada a martillazos, amamantando a un Horus niño grande
Bajorrelieve del Templo de Isis en File. Fotografía de Francesco Gasperetti, CC-BY 2.0

La única parte de Isis mutilada es la cara, lo que algunos han relacionado con la controversia iconoclasta que más tarde sacudiría el mundo bizantino. Es de notar que el pecho de Isis, como el de otras figuras femeninas, no se ha cincelado. No habría por qué: el tabú del pecho femenino es bastante posterior. No digamos el del pecho femenino amamantando.


Isis lactans. Karanis, El Fayum, s. IV.  Public Domain.


María lactans

La representación de María amamantando al niño Jesús es antigua y muy normal en el cristianismo antiguo y oriental. Compárese la anterior representación de Isis con esta de María, en el papiro PSI 1574, conservado en el Istituto Papirologico Girolamo Vitelli de Florencia. Procedente de Antinoópolis, está fechado entre los siglos VI y VII.


PSI XV 1574, vía Wikimedia Commons, CC0


Es en el cristianismo occidental posterior a Trento, con la Contrarreforma, cuando se antepone la imagen de María como «virgen inmaculada» y se posterga la de «madre nutricia». Al menos, en la iconografía oficial, ya que el sentir popular sigue sus propios caminos.

La Madonna amamantando, Miguel Ángel.
 Public Domain.
La pintura religiosa occidental nos ha dejado bellísimas representaciones de la Virgen de la Leche, como este intrigante boceto de Miguel Ángel, pero siempre anteriores a Trento. Otras representaciones, entre las muchas que hay, pueden verse en esta galería que recoge la Wikimedia.


Es posible que la iconografía de María amamantando tenga sus raíces en un sincretismo con las imágenes de la diosa madre, como la propia Isis. No obstante, la imaginería de ambas mujeres solo coincide en este punto. Hay bastantes ejemplos de imágenes de Isis e imágenes votivas de mujeres amamantando en la antigüedad grecorromana, tanto figurillas pequeñas como grandes estatuas:


figurilla de una mujer sentada amamantando un bebé
Estatuilla votiva de una mujer y un niño, terracota,
probablemente romana. Science Museum, London CC-BY

 Isis lactans. Escultura romana de mármol (cerca de metro y medio).
Museos Vaticanos, Museo Pio ClementinoDominio Público.

Aunque a veces la diosa Isis aparece de pie, como en el bajorrelieve del templo de File, la iconografía más habitual es la de una Isis sedente con el niño sobre la rodilla izquierda, al que ofrece el pecho izquierdo. En las imágenes más modernas de María amamantando encontramos generalmente el pecho izquierdo, pero también el derecho. Isis, además, suele ofrecer el pecho izquierdo con la mano derecha, mientras que en las representaciones más modernas de María eso a veces no se da, sino que se presenta al niño ya enganchado:

Madonna lactans (1380, Austria)
Germanisches Nationalmuseum (Nürnberg)
fotografía de Wolfgang Sauber CC BY-SA


Imagen de la virgen amamantando al niño
Ambrogio Lorenzetti,
Madonna del Latte
, 1324-25,
Dominio Público


La imagen de María como madre nutricia sigue muy arraigada en el cristianismo oriental (y en el occidental más popular). De hecho, a lo que en Occidente llamamos «la Virgen María» (Virgin Mary, la Vierge Marie, die Jungfrau Maria), en Oriente se la conoce, mejor, como Θεοτόκος («Madre de Dios», título en uso desde el siglo III). Epítetos habituales de la Θεοτόκος son Γαλακτοτροφούσα («la que alimenta con su leche») y la Ἐλεούσα («la que siente ternura»). En la representación de María como 
Ἐλεούσα, esta sostiene al niño, sus caras se tocan y el niño se abraza a su madre. En ambas, la que amamanta y la que abraza, es una maternidad corporal.

Nuestra Señora de Vladimir, icono bizantino del s. XII, Dominio Público.

Esta representación de la maternidad de María como madre llena de ternura parece ser, como la de María lactante o Γαλακτοτροφούσα, también de origen egipcio. Al menos, la más antigua representación que conservamos es esta estatuilla copta de marfil, fechada entre los siglos VI y VII:

Virgen y niño, Walters Museum CC 0 (Public Domain)

Hera

Vaso epónimo del «Pintor Lactante». Museo Británico,
Fotografía de Marie-Lan Nguyen /Wikimedia, CC-BY 2.5
Un tanto diferente es esta imagen de Hera de este lécito de Apulia de figuras rojas conservado en el Museo Británico. La mitología no es la de una madre entregada, amorosa y nutricia, sino la de una madrastra engañada para amamantar a su hijo adoptivo, Heracles. Una de las tradiciones nos dice que Heracles mordió el pecho de Hera y, al esta soltarlo, el pecho dejó escapar un chorro de leche que dispersó sus gotas por el cielo y dio origen a la Vía Láctea. Me permito añadirlo como ejemplo de lo que hoy se conoce como «lactancia materna prolongada», que no es otra cosa que seguir amamantando después de bebé. Heracles no había perdido aquí el reflejo de succión, de lo contrario, el amamantamiento habría sido imposible. Los niños «se olvidan» de mamar.

En la iconografía de María lactans. así como en la de Isis lactans, el niño Jesús que mama rara vez se presenta como un recién nacido, sino como un bebé de meses o como un niño pequeño. La duración normal de la lactancia era y es al menos de dos años, como hoy en día vienen recomendando diversos organismos como la OMS o la Asociación Española de Pediatría, sin ir más lejos. La duración de la lactancia en los contratos de nodriza en los papiros ptolemaicos y romanos suele ser de dos o tres años (aunque a veces menos). P.Tebt. 2 399 es, por ejemplo, un documento de pago a una nodriza por los tres años que había criado a un niño, de época romana (s. II dC). En este otro documento, publicado en SB 22 15614 y fechado el 25 de julio del 154 d.C., se confía una niña esclava, que había sido abandonada, a una nodriza durante dos años.

Los niños abandonados o expósitos, encontrados ἀπὸ κοπρίας (del basurero) aparecen en distintos contratos escritos sobre papiro, desde época augusta, confiados a una nodriza. Pero eso da para otra entrada...

Para saber más...

Higgins, Sabrina. (2012). Divine Mothers: The Influence of Isis on the Virgin Mary in Egyptian Lactans-Iconography. Journal of the Canadian Society for Coptic Studies. 3-4. 71-90. Disponible en: https://www.researchgate.net/publication/312192708_Divine_Mothers_The_Influence_of_Isis_on_the_Virgin_Mary_in_Egyptian_Lactans-Iconography (Consultado el 23/05/2018).


Créditos foto de portada: Mujer amamantando, Imperio Antiguo, Egipto, Metropolitan Museum of Art, Nueva York. Bajo dominio público.